Columna Invitada
La esperanza de la paz
Por: Karla Vadillo
El escritor Gabriel García Márquez escribió en los noventas: “Creo en los milagros, cómo voy a decirte que no creo en la paz”. Comparto su pensamiento.
Tres letras que al formar la palabra PAZ, crean un gran impacto al pronunciarla, pensarla y sentirla. Generaciones van y vienen, esperando que el anhelado día llegue. Ese día en que familias, amigos, conocidos y desconocidos, vecinos, comunidades, ciudades, países; practiquen la paz, que en definición de la RAE significa: Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos. ¿Qué hace tan difícil el practicarla?
Lo que es una realidad es que no hay conflicto pequeño. Los desacuerdos entre personas, desde el hermano, la vecina o presidentes de Naciones, tienen consecuencias que han llegado hasta las guerras.
Los temas de paz y conflictos son un campo relativamente reciente que ha sido estudio de los aportes teóricos de diferentes disciplinas, incluyendo los estudios internacionales, la psicología, la sociología, las ciencias políticas, la antropología, etc. En el libro: Estudios de Paz y conflictos de Cecile Mouly, menciona que “el establecimiento de la paz tiene como objetivo lograr un acuerdo entre las partes en conflicto a través de métodos no violentos, como la mediación, negociación o el arbitraje”. De esta cita, el término No violencia es el que se ha accionado más; se utiliza para referirse a una práctica que busca la paz. Es un ideal ético y político que se concreta en una práctica comunitaria hacia la transformación de la sociedad o la resolución de determinados conflictos, desde mediados del siglo XX, este término ha sido adoptado por muchos movimientos para el cambio social.
Mahatma Gandhi, se ha convertido en fuente de inspiración de los movimientos no violentos que luchan por el reconocimiento de los derechos civiles y por el cambio social. Una de sus frases que más impactan es “Puede que nunca tengamos suficiente fuerza como para ser totalmente no violentos de pensamiento, palabra y obra. Pero debemos hacer que la no-violencia sea nuestro objetivo y avanzar constantemente hacia ella”.
Cabe resaltar que existen dos días importantes para conmemorar la paz y la No violencia; y bueno, no solo conmemorar, sino también concientizar y practicar acciones. El 21 de septiembre, es el día internacional de la paz, seguido del 2 de octubre que es el día internacional de la No violencia.
Ahora bien, en nuestro país, ¿Cuáles son las acciones al respecto?
En una publicación de Proceso del 23 de septiembre del presente año, presenta una nota que describe la creación de una red nacional de paz donde más de mil personas reunidas (Organizaciones católicas, civiles, empresarios, académicos y autoridades municipales en el Diálogo Nacional de la Paz) escucharon el diagnóstico obtenido tras 10 meses de trabajo que consistieron en 50 foros y más de mil conversatorios, con la participación de 18 mil mexicanos.
Entre las acciones propuestas está la de “Promover en las escuelas una educación para la paz que ayude a una mejor convivencia social” esta es una de las acciones que en lo personal pienso es de suma importancia. ¿Por qué lo creo? Porque actualmente el clima de violencia que se vive en México invade los espacios, y uno de ellos es la escuela. El concepto de paz ha ido evolucionando desde un concepto relacionado con la guerra, hasta llegar a la violencia en el hogar y la escuela.
Desde hace 34 años se creó la Declaración y Programa de Acción sobre una cultura de Paz de la Asamblea de las Naciones Unidas en la que establece una serie de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados, entre otros aspectos, en “el respeto a la vida, el fin de la violencia y el fomento y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación”. Ante esto, si pudiera poner un emoji con carita triste lo haría, expresando ese sentimiento que da el saber que poco se lleva a la acción, ¿La razón? Porque seguimos esperando que accionen autoridades, directivos de escuelas, profesores; cuando la verdadera transformación está y estará desde el entorno familiar. Desde ahí podemos actuar, exigir, impactar y expandir.
Y tú, ¿Qué haces para vivir la paz dentro de ti? Comencemos por ahí.
Puedes leer las catorce acciones propuestas en www.proceso.com.mx