De acuerdo con información oficial del Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el médico Jesús Estuardo “N”, identificado públicamente como “El Rey del Parto Inducido”, fue detenido este día por autoridades mexicanas, tras su deportación por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Jesús Estuardo “N”, gineco-obstetra de nacionalidad mexicana, enfrenta denuncias penales por práctica indebida del servicio médico y responsabilidad profesional. Más de 80 mujeres lo han señalado por presunta violencia obstétrica, negligencia y procedimientos realizados sin consentimiento informado.
En marzo de 2024, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México obtuvo una orden de aprehensión en su contra. Aunque promovió un juicio de amparo que le permitió evadir su comparecencia por más de siete meses, en diciembre de 2024 una Jueza de Distrito reactivó el mandamiento de captura al determinar que había incumplido las medidas impuestas y había incurrido en desacato.
Durante ese periodo, el imputado abandonó el país, residiendo en California y posteriormente en The Woodlands, Texas, donde fue detenido por autoridades migratorias estadounidenses. Una vez deportado, agentes de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México ejecutaron la orden de aprehensión.
Jesús Estuardo “N” deberá enfrentar próximamente su audiencia inicial, un momento crucial para garantizar justicia a decenas de víctimas y enviar un mensaje claro: en México la violencia ginecobstétrica no puede ni debe seguir siendo tolerada.
Este caso ha marcado un punto de inflexión nacional. Su gravedad y la fuerza de las víctimas impulsaron un proceso de transformación legislativa. La Diputada Federal María Teresa Ealy Díaz, en acompañamiento con el colectivo Con Ovarios y el despacho Nassar Nassar y Asociados, presentó ante el Congreso de la Unión una iniciativa para prevenir y erradicar la violencia ginecobstétrica a nivel nacional, con el objetivo de que ninguna mujer vuelva a enfrentar sola estas violencias históricamente normalizadas.
La Diputada María Teresa Ealy Díaz destacó que esta audiencia podría representar un precedente histórico para el reconocimiento y judicialización de la violencia ginecobstétrica en México, fortaleciendo el acceso a la justicia y la protección de los derechos humanos de las mujeres en todo el país.
