La regulación de las descargas de aguas residuales ha generado un debate entre dar prioridad al cuidado de la vida y la sustentabilidad y por otro lado a los costos que involucra el cuidado del medio ambiente y la limitación económica en ciertos giros, para la aplicación de plantas de tratamiento o tecnologías, que favorezcan a nuestra naturaleza y medio ambiente.
Luisa Gutiérrez expuso “los cuerpos de agua en todo el mundo continúan reduciéndose, incrementando la escasez hídrica y construyéndose la catástrofe que se espera, esto va a pasar, al no accionar lo que nos corresponde como habitantes de este planeta y sin distinción es el caso de la Ciudad de México”.
“En esta Ciudad hay medianos y pequeños giros que acaparan el agua a nivel local, consumiendo en un mes 13 millones de litros de agua, superando por mucho al promedio de consumo en un usuario doméstico en la capital por mes, que son 15 mil litros”.
De acuerdo con la organización internacional Transnational Institute, el acaparamiento del líquido es la apropiación de un bien público, para el beneficio de empresas privadas y puede ir desde la extracción para su comercialización hasta su consumo masivo con fines de lucro.
“Actualmente la Ley del Derecho al Acceso, Disposición y Saneamiento del Agua en la Ciudad de México, prevé en su artículo 35 fracción XI, inciso “a”, que se deberá usar agua residual tratada, producida en plantas de tratamiento libre de compuestos tóxicos y orgánicos patógenos que no pongan en peligro la salud en aquellos establecimientos mercantiles, industriales, comerciales, de servicios, de recreación y centros comerciales, que ocupen una superficie de 2,500 metros cuadrados en adelante; pero la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México, no contempla una sanción por no cumplir con esta disposición”.
“Por lo que propongo con esta iniciativa, que se adicione la fracción XII del artículo 70 de la ley de establecimientos mercantiles de la Ciudad de México, para sancionar a quienes no cumplan lo dispuesto en el artículo 35 ya mencionado”.
La Diputada precisó “vivimos momentos cruciales para intentar solucionar y revertir el gran problema hídrico que vive la Ciudad de México, el gran crecimiento industrial y empresarial, también juegan un papel primordial para dicha solución, gobierno e industria necesitan poner manos a la obra para que la ley no se siga transgrediendo, pero mientras nuestra flamante gobernadora no ponga atención y siga aspirando, así como los legisladores de mayoría realmente piensen en comunidad, la vida de esta ciudad y del mundo se seguirá consumiendo”.