Este martes, la diputada federal morenista María Teresa Ealy Díaz realizó un recorrido muy especial por la colonia Pensil Sur, en la alcaldía Miguel Hidalgo, tocando puerta por puerta y escuchando de manera directa a las y los vecinos que decidieron abrir no solo sus casas, sino también su corazón.
A diferencia de otros días, este recorrido dejó momentos profundamente significativos. Uno de ellos fue cuando una vecina, tras compartir sus inquietudes, le dio la bendición a la diputada como muestra de gratitud y esperanza. Fue un instante íntimo y poderoso que reafirmó el valor de estar cerca de la gente, de manera auténtica y sin intermediarios.
Otro momento conmovedor fue el encuentro con un señor que, tras haber sufrido un infarto cerebral, salió con dificultad para pedir ayuda. La diputada, al conocer su situación, le entregó un bastón para facilitar su movilidad y asegurar que pueda continuar con sus terapias de rehabilitación. El gesto fue recibido con profunda emoción por él y su familia, quienes reconocieron el respaldo inmediato y sin burocracia.
“Cuando una vecina te da la bendición y un señor te busca para pedir ayuda en medio de su recuperación, sabes que estar aquí, caminando, escuchando, tiene sentido. Yo no vine por votos, vine porque estoy convencida de que así se construye la verdadera política: en el territorio, con empatía y con acciones concretas”, expresó la diputada.
Vecinas y vecinos agradecieron su cercanía y disposición, destacando que no es común ver a una representante caminando sus calles y escuchando sin prisas ni filtros. Palabras de aliento, abrazos sinceros y hasta invitaciones a pasar a sus hogares fueron parte de la jornada.
“Cada historia que escucho me deja una responsabilidad en el corazón. Estoy aquí para servir, para gestionar y para dar la cara. En Morena salimos a escuchar siempre, no solo en época electoral. Esa es la diferencia, y ese es el compromiso”, concluyó.
La diputada reiteró que seguirá recorriendo todas las colonias de Miguel Hidalgo, convencida de que el trabajo legislativo comienza desde abajo, desde donde la vida ocurre todos los días: en las calles, en los hogares, en la voz de la gente.
