• La legisladora Teresita Vargas explicó que la violencia laboral y docente atenta contra la igualdad y consiste en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima.
La diputada Teresita de Jesús Vargas Meraz, integrante del grupo parlamentario de Morena, presentó una iniciativa a fin de incluir la violencia docente como motivo prioritario para cambio de adscripción, sin necesidad de que se tenga que esperar al término del ciclo escolar.
“Para que reasigne a la afectada a una nueva escuela o centro laboral, si la víctima así lo desea, esto para garantizar que todas las mujeres puedan desenvolverse en todos los ámbitos profesionales, laborales o sociales”, señaló.
Las modificaciones están previstas para el artículo 15 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el artículo 90 de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.
Expuso que el objetivo de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia es precisamente proteger el derecho de todas a vivir sin violencia en los distintos espacios y el ámbito laboral y el de docencia no es la excepción.
Además, dicho ordenamiento busca garantizar la prevención, atención, sanción y erradicación de todos los tipos de violencia y promover el desarrollo integral y plena participación de las mujeres.
La legisladora explicó que la violencia laboral y docente atenta contra la igualdad y consiste en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima e impide su desarrollo.
“La violencia laboral y docente puede consistir en un solo evento dañino o en una serie de eventos cuya suma produce el daño, también incluye el acoso o el hostigamiento sexual”, agregó.
Finalmente, Vargas Meraz reconoció que a pesar de los adelantos y de contar con un marco jurídico con enfoque de género, aún hay casos de violencia laboral y docente en contra de las mujeres y es precisamente lo que se pretende erradicar.
“La violencia laboral en el ámbito de la docencia puede ser muy sutil, esto hace que no se tome muy en cuenta, minimizando los daños, sin embargo, este tipo de violencia muchas veces hace que la víctima decida renunciar porque está harta, se enferma, se deprime o baja su rendimiento incluso llegando ser despedida”, indicó.
-oOo-