“Nuestro Legislativo ha sido secuestrado por comparsas que presumen aumentos marginales. Se enaltece una austeridad que sólo ha significado dolor y sufrimiento para la población: para los niños sin medicamentos, para las mujeres sin vacunas, para quienes hoy no pueden tomar el metro porque no hay luz, para las víctimas del crimen organizado”, Salomón Chertorivski.
La Bancada Naranja votó en contra del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 porque no cuenta con una visión de futuro ni destina mayores recursos a servicios públicos para la población. Este presupuesto, como sucede desde 2018, es centralizado y prioriza obras por encima de necesidades. No destina recursos a la profesionalización de policías locales ante la grave crisis de seguridad, ni mejora el sistema de salud, ni invierte en educación.
“Votaremos en contra de este presupuesto que sella la trayectoria inercial y perezosa de nuestra economía para el resto de la década. Nos oponemos a un proyecto con el que no creceremos, no motivaremos inversión privada, ni realizaremos inversión pública”, señaló Salomón Chertorivski.
El presupuesto no solamente es injusto, carece de viabilidad para enfrentar retos presupuestales. Solo 2 de cada 10 pesos serán destinado a pensiones; 55% de los fondos del Anexo 13 no son para garantizar la paridad de género, se destinará a programas creados en este sexenio; el gasto a salud, educación y cuidados representa solo el 6%; la Sener solo destina el 1.3% a la transición de energías limpias; y se aumenta solo un 5% a la Fiscalía encargada de investigar los ataques a la prensa.
Contrario a estas necesidades se hacen aumentos desproporcionados a otros rubros: 115% más para la Secretaría de Turismo, principalmente al Tren Maya; la Secretaría de Defensa tendrá el mayor recurso de su historia, casi 112 mil millones de pesos más los 34 mil millones destinados a la Guardia Nacional. En contraste, recortan más de 4 mil millones de pesos al árbitro electoral, bajo amenaza de un gobierno centralista.
En la Bancada Naranja nos oponemos a un presupuesto que por un lado predica la austeridad, y por el otro destina recursos para mantener y concluir las obras del presidente. Las prioridades de esta administración son evidencia de los intereses y fines que persigue un gobierno: aprueban recursos ante el desamparo de sectores y rubros fundamentales para el desarrollo del país.